Desmitificando el TDA

Preámbulo

El pasado 20 de agosto de 2024 tuve la oportunidad de asistir a la conferencia Introducción al Trastorno del Espectro Autista, organizada por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México a cargo de Domus, Instituto de Autismo A.C. Esta experiencia fue muy enriquecedora porque me brindó la oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la alfabetización y la educación en materia de discapacidad intelectual. Por eso quiero expresar mi agradecimiento al Programa letras habladas, que ha sido un puente y directriz para el proyecto educativo más amplio de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, permitiendo la realización de estos espacios de aprendizaje y colaboración. El mutuo interés de Domus y el Programa letras habladas para fomentar la conciencia sobre el Trastorno del Espectro Autista hizo que la conferencia fuera aún más significativa. 

La conferencia

La conferencia estuvo dirigida principalmente a administrativos y personal de seguridad del plantel San Lorenzo Tezonco. Sin embargo, tanto los participantes como yo, conocimos algunas de las características del Trastorno del Espectro Autista y los apoyos que las personas con este diagnóstico necesitan.

Las problemáticas

Este texto es el intento de recuperar parte de las reflexiones que me suscitó éste encuentro en torno a la verdadera inclusión de las personas autistas. Por el enfoque integral que tuvo la conferencia no solo se limitó a la descripción del trastorno, sino que también abordo situaciones relacionadas con la concienciación, estigmatización e idealización del autismo, temas que juzgo en este texto fundamentales para avanzar hacia una sociedad más inclusiva.

Concienciación

La concienciación del autismo fue un tema crucial en la charla que atravesó a las otras problemáticas. Vimos cómo, a lo largo de la historia, las personas autistas han sido percibidas negativamente y han enfrentado un estigma que las ha marginado. Durante mucho tiempo, las personas con autismo y otras discapacidades fueron objeto de rechazo y segregación a causa del prejuicio que surge de la ignorancia. Al menos desde el siglo XVIII hasta el XIX, la discapacidad era vista principalmente como un problema, una suerte de maldición o castigo divino, lo que llevó a la creación de instituciones que mantenían a las personas autistas al margen de la vida comunitaria. Esta visión, que las etiquetaba como "anormales" o incluso "monstruos", dejó una huella profunda en la percepción del autismo en la actualidad. Superar esta situación es esencial para fomentar una cultura de inclusión que acepte y respete las diferencias.

Estigma y discapacidad

Aunque la comunidad científica ha avanzado en la investigación y el conocimiento sobre el Trastorno del Espectro Autista, los estigmas y malentendidos que rodean esta condición no han sido desmontados totalmente. Sin embargo, el considerable trabajo por hacer para construir una sociedad informada, verdaderamente inclusiva y respetuosa de la diversidad, ya está iniciado. Por ejemplo, aunque el autismo era a menudo clasificado como un trastorno del neurodesarrollo, hoy no se considera necesariamente como una discapacidad en todos los casos. Pero es importante señalar que el autismo y la discapacidad no son conceptos excluyentes; hay personas autistas que no tienen discapacidades asociadas y, al mismo tiempo, aquellos que sí las tienen y pueden experimentar una variedad de grados de funcionalidad.

Idealización del trastorno

Además, ahora advertimos que la idealización del autismo en los medios de comunicación conlleva riesgos significativos. A menudo, éstas representaciones crean expectativas poco realistas sobre las personas autistas y sus capacidades. Por ejemplo, la tendencia a presentar a personas con autismo como genios o niños especiales ha desviado la atención de las necesidades reales de apoyo que requieren. Hoy sabemos que es fundamental entender que no hay una naturaleza homogénea en el ser de las personas, sean o no autistas; cada individuo es un conjunto de condiciones internas y externas que influyen en su despliegue. Esta diversidad es lo que hace que cada persona neurotípica o con autismo sea única, y es precisamente esta singularidad la que debemos celebrar.

Glorificación

Es esencial reiterar que las personas autistas no son necesariamente "genios". Antes dije que cada persona presenta una combinación única de habilidades y desafíos, influenciados por su personalidad y naturaleza. Las necesidades internas pueden limitar o favorecer el desarrollo de potencialidades inherentes en todo ser humano. Así, se plantea la pregunta: ¿qué tipo de constitución, carácter o potencialidad humana predomina más en cada individuo? Este interés estará, en gran parte, alimentado por factores externos y por la forma en que la sociedad interactúa con ellos. Es esencial comprender que la glorificación de las personas con autismo puede llevar, pues, a que se ignoren sus necesidades reales y a que se les exija un rendimiento que no siempre es posible.

Inclusión

La conferencia también me hizo reflexionar sobre la importancia de la educación inclusiva. La formación de docentes en estrategias pedagógicas adaptativas es esencial para promover un ambiente de aprendizaje positivo y respetuoso. Los educadores deben estar preparados para reconocer y valorar la diversidad en el aula, creando un espacio donde cada estudiante, independientemente de sus capacidades, pueda desarrollarse plenamente. La inclusión no es solo una cuestión de integración física, sino de aceptación y respeto por las diferencias. Es fundamental, entonces, que los docentes asuman su labor con una actitud tolerante, flexible y positiva para aplicar orientaciones pedagógicas exitosas. 

Aceptación

A pesar de que nos aproximamos a una mayor inclusión de las personas con autismo, es igualmente vital promover la aceptación en todos los ámbitos, no solo en el educativo. La transformación de la percepción social del autismo es un paso esencial hacia la aceptación y el respeto por la diversidad, lo que beneficiará a toda la comunidad. La creación de espacios de aprendizaje y colaboración, como el proporcionado por el Programa letras habladas, es un ejemplo de cómo se pueden generar cambios significativos en la forma en que se aborda el autismo en nuestra sociedad.

La singularidad de una persona autista

A lo largo de la conferencia, se discutieron también las diferentes manifestaciones del TEA y cómo estas afectan la vida cotidiana y las interacciones sociales. Es importante enfatizar (nuevamente), que el autismo no es una condición monolítica; cada persona presenta un conjunto único de habilidades y desafíos. Este enfoque individualizado es crucial para garantizar que cada persona reciba el apoyo adecuado y pueda desarrollarse en un entorno que valore su singularidad. En este sentido, es fundamental que la sociedad en su conjunto se comprometa a trabajar hacia la inclusión real de las personas con autismo. Esto implica no solo la responsabilidad de nuestras instituciones, sino también de la comunidad en general, para fomentar un cambio cultural hacia la aceptación y el respeto de la diversidad. Una cultura así definida enriquecerá a toda la sociedad, en favor de un futuro en el que cada individuo pueda ser celebrado por quien es.

Epílogo

Finalmente, aunque la conferencia me brindó información valiosa sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA), también me llevó a reflexionar sobre éstas problemáticas que enfrentamos y que ya expuse para ayudar a crear, espero, una idea más clara y un entorno más inclusivo. La transformación de la percepción social del autismo es un paso esencial en todo este recorrido. Y al reflexionar sobre estos puntos, invito a todos a cuestionar sus propias percepciones y contribuir activamente a la creación de un mundo más inclusivo para las personas con autismo y otras discapacidades. Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en este proceso. Desde la concienciación hasta la práctica, todo cuenta. La inclusión de las personas con autismo no es solo una cuestión de derechos humanos, sino también un enriquecimiento para nuestra sociedad. Al fomentar un entorno en el que cada individuo pueda ser él mismo, estamos construyendo un futuro más brillante y justo para todos.

Símbolo del Infinito del Autismo